Cuando a tu hijo se le desbordan las emociones y pierde la calma
¿Cómo lo resuelves?
a) Intentas razonar con el
b) Te mantienes firme e ignoras el "berrinche"
c) Lo mandas a un lugar apartado (aunque no quiera) para que se calme
d) Se toman un tiempo fuera positivo
Algunas veces nuestros hijos cuando se enojan o se frustran requieren de nuestro acompañamiento para aprender a calmarse. Pero esto no siempre es fácil porque incluso a veces a nosotros (los adultos) nos cuesta mantener la calma en “esos” momentos difíciles.
Para ayudarte, el Departamento Psicopedagógico del Colegio Ameyali quiere compartir contigo una útil herramienta que nos presenta el modelo de disciplina positiva.
“El rincón de la calma.”
Se trata de una estrategia con la cual nuestros hijos pueden tomarse un tiempo fuera positivo que les enseñe a volver a la calma de una manera amable y respetuosa para todos, en la que reconozcan y acepten sus emociones y que está bien sentirse así, que somos su familia y les podemos ayudar a sentirse mejor.
El rincón de la calma para que sea positivo - y no un castigo disfrazado- tiene que ser voluntario, así que al rincón de la calma se va cuando se quiere, no se obliga a nadie a ir.
Este lugar se adecuar para alumnos de todos los grados (kínder, primaria y secundaria) o para cualquier miembro de la familia que lo necesite. El ejemplo es la herramienta más poderosa de la educación. Si nosotros utilizamos técnicas de tiempo fuera para relajarnos y recuperar la calma será más fácil que ellos también aprendan a hacerlo. Tan sencillo como «ahora mismo estoy muy enfadada y no quiero gritar así que voy a ir a mi rincón de la calma unos minutos y cuando esté más tranquila vuelvo y hablamos sobre lo que ha ocurrido».
Es importante que sea un lugar agradable, en él habrá materiales que nos permitan hacer actividades u objetos que nos ayuden a estar, lo ideal, cuando los niños tienen a partir de 4 o 5 años es que sean ellos mismos quienes decidan qué quieren tener en su rincón de la calma y que participen de su construcción.
Los más pequeños, antes de los 4 años no suelen estar preparados para manejar sus emociones en soledad, por lo que hasta ese momento si quieren ir al rincón de la calma es mejor que lo hagan acompañados por un adulto que les ayude validando sus emociones y ofreciéndoles alternativas. Cuando sean un poco mayores pueden elegir si prefieren ir solos o acompañados.
No hay un tiempo definido para estar allí. Si la situación lo permite (si estamos saliendo por la puerta de casa para ir al cole no, claro) pueden quedarse allí el tiempo que necesiten, no importa si son cinco minutos o una hora.
El rincón de la calma no es un lugar para resolver conflictos, es una especie de retiro donde conseguir volver a la calma cuando hemos «perdido los nervios». Una vez recuperada la calma podemos volver al conflicto inicial para buscar soluciones desde el respeto.
¿Cómo diseñar nuestro rincón?
Con cualquier cosa que nos ayude a estar calmados. Lo ideal es preguntar a los niños qué quieren tener allí. Algunas ideas pueden ser:
Papel y lápices para dibujar o escribir.
Una pelota anti estrés, o sensorial.
Una foto de algún paisaje.
Material para hacer manualidades.
Cuentos para leer.
Fotos de nuestras vacaciones.
Un tarro de la calma. (En internet encuentras muchas ideas como esta: https://www.etapainfantil.com/hacer-frasco-calma )
Un reproductor de música (relajante).
Mándalas para colorear.
Si van acompañados podemos hacer un masaje.
Algunas otras recomendaciones son:
Creen juntos este espacio, permítele que lo decore.
Que le asigne un nombre especial.
Practiquen juntos como lo implementaran.
Cuando este enojado pregúntele ¿te ayudaría ir a tu lugar especial?
Por último, es importante recordar que es necesario tener empatía por lo que nuestros niños sienten y piensan, validando sus emociones sin minimizarlas, las personas actúan mejor cuando se sienten bien, el tiempo fuera positivo nos ayuda a calmarnos y sentirnos mejor.