Cuando se tiene un hijo como cuando se es maestro, existe un compromiso implícito, llamado instinto maternal en las mamás y en algunos papás; vocación en los maestros. El verbo debe ser acción y no sustantivo: EDUCAR.
EDUCAR, palabra que se hace grande, grande y más grande cada vez que ese ser va creciendo, que se va comunicando y socializando con un mundo que para nosotros es conocido, pero para él o ella es aterrador; tan temible como la propia palabra EDUCAR para los padres y maestros.
Tomamos Educar como la herencia o secuela de vivencias “buenas o malas” que nos dejaron nuestros padres, tíos, abuelos, hasta los hermanos. Educamos con las herramientas primarias de supervivencia, queremos regresar a la niñez y ver cómo éramos y cómo lo resolvimos para emplear esas estrategias en nuestros hijos, en nuestros alumnos. Respiramos tratando de entender que son otros tiempos y otros seres humanos, con unos padres intentando ser mejores o tan maravillosos como los nuestros, con unos maestros procurando, a través de su vocación, enseñar con paciencia y sabiduría.
Después de usar varias estrategias en nosotros como conejillos de indias, nos encontramos en un laberinto de preguntas sin respuestas. Mimos y caprichos no funcionan como recompensas de buenas conductas. Castigos y consecuencias nos duelen primero a nosotros como padres y maestros. Entonces, solicitamos ayuda divina. La respuesta a veces es más íntima.
Por medio de vivencias, experiencias desde el aula, el hogar, el recreo o las fiestas, con diferentes visiones y perspectivas; el colegio Ameyali abre la posibilidad de una visión de EDUCAR con disciplina positiva. Es una invitación a educar con cariño, firmeza y límites sanos, basados en el respeto mutuo, de manera colaborativa para llegar a una negociación concertada, en sana convivencia.
Pretendemos resolver temas cotidianos con disciplina positiva cuidando nuestro corazón y el de las personas que amamos. Logrando que esas personas que creen en nosotros, sepan tomar decisiones, asuman responsabilidades y tengan un concepto positivo de ellos mismos.
Este blog busca crear un espacio donde las voces padres, maestros y especialistas lean y comparten opiniones, visiones y vivencias sobre la maravillosa escuela de ser padres y maestros; entendiendo al otro, encontrando empatía para disfrutar de nuestras familiares, ofreciéndoles herramientas para comprender el comportamiento de sus hijos (incluso cuando no es adecuado) y reconducirlo con respeto, sin castigos y de forma afectuosa.
Esperamos que cada línea, cada frase nutra a cada uno de nosotros y a nuestra comunidad de manera integral.
Cerremos los ojos y conectémonos con nuestro niño interior en mente, cuerpo y espíritu, al puro estilo Ameyali.
Lic. Yllelyna Aponte-Carías