Sin duda, resulta un regalo invaluable para los niños el ayudarles o ser coadyuvantes en el desarrollo y consolidación de las herramientas adecuadas que fomenten el autocontrol, ya que verán fortalecida su autoestima y tendrán la posibilidad de construir una vida y relaciones humanas de calidad. Mediante el autocontrol estimularán la asertividad más que la reacción ante un evento externo.
Existe una técnica para enseñar el autocontrol en los niños que usa como metáfora a un animal maravilloso: una tortuga. Se llama la “Técnica de la Tortuga” y sirve para desarrollar el autocontrol de la conducta impulsiva. Tiene varios objetivos, entre ellos, el aprender a diferenciar y comprender que las técnicas de control interno son superiores a las del control externo.
Generalmente, las formas externas de control de la conducta consisten en la sistematización de refuerzos y castigos por parte de un tercero. En cambio, la técnica de la tortuguita tiene que ver con enseñar al niño o la niña a controlar sus conductas impulsivas por sí mismos, no a través de un externo -un tercero-.
Aprender a ser tortuga
En primera instancia, cuando se da el evento que pudiera detonar la conducta impulsiva, se le enseña al niño a imitar a la tortuga. Es decir, ante el evento amenazante, el niño se repliega en su caparazón imaginario. Es importante destacar que esta invitación a replegarse no quiere decir que se reprima; en realidad, es una invitación a la autocontención que se activa cuando el niño visualiza a una tortuga.
Así, a través de esta técnica, se resignifica a las tortugas como el símbolo que activará la autocontención que dará pie a la relajación y con ello, facilitar el camino al aprendizaje de las técnicas para solucionar problemas, que ayuden al niño a manejar la situación que lo llevó a imitar a la tortuga. Es un planteamiento circular. El esquema es el siguiente:
Tortuga – Relajación – Solución de problemas
Con la Técnica de la tortuga se enseña a los niños y niñas a canalizar la manifestación de sus emociones de una manera apropiada. Es recomendable la técnica para niños de preescolar y primeros años de Primaria. En años posteriores, se puede sustituir el símbolo (tortuga) por otro. Lo importante, más que el símbolo o la imagen, es el procedimiento.
En Colegio Ameyali Puerto Vallarta fomentamos el desarrollo armónico de los niños a través de metodologías integrales, en un ambiente cálido, incluyente y personal.
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