Cada día, usted como padre de familia, se enfrenta al dilema que implica la preparación de alimentos saludables para sus hijos. Habrá notado que hay comidas que disfrutan más que otras y algunas que, en definitiva, no soportan. No siempre se trata de que nuestros niños sean inapetentes. Resulta que, en la actualidad, hay niños que muestran intolerancia a ciertos componentes de la comida. Uno de esos componentes es el gluten, presente en cantidad de productos que usamos para preparar los refrigerios, por ejemplo.
El gluten es una glucoproteína que se encuentra en cereales de consumo habitual como trigo, centeno e incluso avena. Es responsable de la elasticidad de la masa de la harina, lo que permite, junto con la fermentación, que el pan adquiera volumen y esa consistencia esponjosa.
Si bien, el gluten puede ser beneficioso para algunas personas, en otras puede provocar problemas intestinales que derivan en inflamación del intestino delgado y afectaciones en la mucosa de este, lo que implica que el organismo no pueda absorber, de manera adecuada, los nutrientes de los alimentos. Esto se debe a que el cuerpo no posee las enzimas necesarias, encargadas de descomponer ese tipo de proteínas. En casos leves, se produce sensibilidad al gluten o incluso alergia; en casos severos, ocurren problemas autoinmunitarios.
Afortunadamente, existen alternativas, que van, desde utilizar otro tipo de harinas, productos gluten free, hasta diseñar una dieta libre de gluten. Cada opción dependerá de las necesidades de cada persona, acompañada de la consulta con un especialista en la materia.
Hay harinas elaboradas con quinoa, maíz o amaranto, libres de gluten; incluso, frutas como el plátano, se utilizan como sustituto en la elaboración de masa para panqueques. Por su parte, en los supermercados ya es común encontrar productos gluten free, cada vez más diversificados. Tampoco resulta inapropiado optar por una dieta libre de gluten, lo que implicará abrir el panorama hacia otro tipo de alimentos.
El objetivo es, ante todo, verificar qué consumen los niños, su aporte nutrimental y si presentan algunas intolerancias que, posiblemente, no se hayan detectado. Esto, con la finalidad de que los niños desarrollen de manera armónica e integral su mente, cuerpo y espíritu y, se cultive en ellos, el cuidado por los alimentos que consumen.
En Colegio Ameyali Puerto Vallarta velamos por el desarrollo armónico de los alumnos. Nos apoyamos en herramientas pedagógicas que nos permitan ofrecer nuestro servicio educativo en un ambiente incluyente, cálido y personal.
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