¿Qué harías si tuvieras una varita mágica? ¿Qué deseos pedirías?
Por Yllelyna Aponte Carías
Algunos alumnos tienen dificultades para expresar sus sentimientos y emociones; no saben qué sucede en su corazón, su mente no entiende qué están haciendo en contra para relacionarse mejor y su cuerpo puede actuar de manera defensiva y para otros de manera agresiva. Los alumnos que no hablan de lo que sienten pueden llegar a culpar a los demás de todo lo malo que les pase.
Entendemos que también es un tema cultural cuando a muchos en casa se les ha indicado que llorar es malo, que si el otro te molesta lo mejor es ignorarlo, que si un niño no quiere jugar contigo entonces mejor ve y juega con otro. Y puede ser una excelente solución siempre y cuando la primera acción haya sido hablar sobre lo que nos molesta, decir cómo me siento.
Por ejemplo, incentivar a nuestro hijo a expresar sus emociones: Yo me siento desalentado cuando no puedo resolver un problema. • Yo me siento enojado cuando alguien rompe una promesa. • Yo me siento decepcionado cuando tengo mucha tarea. • Yo me siento emocionado cuando juego con mis amigos.
Los salones de clase de Ameyali son los espacios donde se busca resolver los conflictos proporcionándoles habilidades de comunicación. Los niños deben de aprender a decir STOP a las cosas que les molestan con respuestas respetuosas. Es así como se trabaja la actividad Me molesta y Deseo, usando un insecto para indicar las molestias y la varita mágica para solicitar lo que desea.
Naturalmente cuando comienzan a realizar la dinámica, los alumnos solo dicen: “Me molesta… y deseo que pares”. ESTE ES UN PRIMER PASO Y MUY IMPORTANTE. Pero ellos nos pueden dar más, ellos deben de aprender a decirle a la otra persona que pueden hacer para corregir el problema que dificulta las relaciones. Y es cuando se introduce la “Mesa de soluciones”.
Los problemas más comunes tenemos son: que les molesta colarse en la fila, que otros tomar cosas sin pedir permiso, empujar, conversar en horas de clase, no invitar a jugar, interrumpir a la maestra.
En clase han platicado de este tema y se sientan entre ellos a platicar sobre el tema, buscan soluciones. No es una cuestión de que los estemos haciendo adultos, sino que están resolviendo sus problemas de manera reflexiva y asertiva como deberíamos resolverlas los adultos.
En Ameyali alentamos a nuestros alumnos e hijos a decir cómo está su espíritu hoy para que su mente esté dispuesta a aprender con el cuerpo y el corazón. Y usted, en algún momento del día ha expresado qué le molesta y qué desea. ¿Lo ha hecho con su hijo? ¿en pareja? ¿con su jefe o compañeros de trabajo?
Lo invitamos a hacer en familia una lista de molestias y deseos. Recuerde que para que no sea una orden tengamos a la mano una varita mágica que podemos hacer nosotros mismos con nuestros hijos.