Las tareas siempre han sido un tema en todas las casas de todas las partes del mundo. De pequeña recuerdo claramente que mi mamá siempre me ayudaba con mis tareas, mi papá me apoyaba en los exámenes y a mi hermano “a fuerzas” le tocaba repasar conmigo las matemáticas. La tarea era un espacio en familia. Solo que cuando no decía a tiempo que tenía pendientes de la escuela, se armaba el lío en casa. Tengo un recuerdo de una noche, cuando cursaba tercero de primaria cuando le dije a mi mamá, a las 9 de la noche, “TENGO TAREA”. Sus ojos brillaron en la obscuridad y sentí el calor del aliento de un dragón. Tomó el cuaderno, abrió la página y me dijo: VERÁS CÓMO TE LAS ARREGLAS. Y desapareció lentamente.
Creo que me quedé como 10 minutos viendo el cuaderno sin saber qué hacer ni cómo resolver. Además no era poca cosa, tenía que hacer una maqueta y no tenía nada de materiales. En ese momento, entendí que la tarea era mi responsabilidad. Al final terminé haciéndola. Sobre la frustración y la tristeza, me sentí contenta conmigo misma por el logro de haberla terminado.
La verdad no sé si las cosas han cambiado. Como madre, cuando llega la hora de buscar a mi hijo, salgo entre emocionada y nerviosa, con la expectativa de que si tiene tarea o no y hasta cuántas le dejaron, y eso que está en la etapa de preescolar. Algunas mamás de primaria me han compartido su preocupación cuando llegan con más de una o dos tareas sus hijos, sobre todo por las actividades vespertinas extracurriculares.
Hay de todo, los que cuestionan que si ya eso lo vio en clases porque lo debe hacer en la casa, otros se preguntan si deben de tomar clases de inglés o matemáticas, algunas cosas quizá no recordamos porque hace tiempo o hace tieeeeeeeeeempo que ya lo vimos. El caso es que cuando llegan las tareas en algunas casas el clima se pone tenso para todos, para muchos son fuente de conflicto, para otros el momento de unir esfuerzos.
Comparando la situación de las tareas en México con otros países, tenemos que en Alemania se le da mucha importancia al tiempo libre con actividades deportivas, musicales y de juego. En Finlandia a los niños no se les exige, se les motiva. Los colegios siempre dan la opción de hacer los deberes en el centro, porque la idea es no ocupar el tiempo libre. La tarea de los niños en casa es divertirse y jugar.
EL SENTIDO DIVERTIDO
Por esta razón, me di a la tarea de investigar para qué sirve que las tareas y descubrí que no son mero capricho, tienen un sustento educativo: Repasar, practicar lo aprendido, prepararse para la siguiente clase. Usar otros recursos, materiales de consulta u otras referencias.
Especialistas educativos indican que no son un castigo, deben convertirse en una experiencia positiva, de integración familiar; donde los niños puedan desarrollar hábitos y actitudes.
Por otra parte, las tareas son una excusa perfecta para que los padres nos acerquemos a los maestros y al colegio. Los padres que supervisamos y ayudamos a nuestros hijos con el tema de las tareas y el estudio aprendemos más de la educación que están recibiendo y de sus maestros. Por eso tenemos mejores relaciones con ellos y, por tanto, una mejor coordinación de esfuerzos a favor de nuestros niños, indica el departamento de psicopedagogía del Colegio Ameyali.
3 PREGUNTAS BÁSICAS
Ahora hay tres preguntas que nos hacemos los papás y acá respuesta de especialistas.
¿CUÁNTO TIEMPO SE DEBE DEDICAR A LAS TAREAS?
El especialista en educación y periodista español, Álvaro Gómez dice que en el caso de los pequeños no más de 45 minutos en total. En la medida que crecen se puede extender el tiempo a un máximo de 2 horas. Y siempre deben realizarse a la misma hora.
¿DEBEN PONERSE TAREAS DIARIAMENTE?
Sí, plantea el docente, pero aclara que en cada materia no deben ponerse de un día para otro, sino por lo menos con dos días de plazo.
¿CÓMO DEBE SER EL ESPACIO PARA REALIZAR TAREAS?
Un sitio ventilado, iluminado. No deben hacerse en lugares como la cama y sin distracciones como aparatos electrónicos. Se puede poner algo de música, ojalá suave y que no genere distracciones al muchacho.
Me gustaría leer de cada uno de ustedes sus propias respuestas, respondiendo abajo en comentarios.